Hace una año Naty partió al lado de nuestro Señor y aunque ahora no este físicamente, su esencia esta en todos los que la conocieron; alegría, valentía, amistad y lucha fueron su baza en la vida terrenal. Gracias a todos los que nos ayudaron en los momentos mas difíciles cuenten con nuestro agradecimiento eterno; el consuelo que nos queda es que tenemos un angelito protegiéndonos y guiándonos.
Hasta luego hermanita...
No vayas a llorar junto a mi tumba.
No estoy allí. No duermo.
Soy fulgor diamantino entre la nieve.
Soy el agua que corre cuando llueve.
Los mil vientos de otoño y, en verano,
rayo de sol sobre maduro grano.
En el silencio de las alboradas
Soy el rumor de alas que alzan vuelo.
Y, por la noche, el cielo
con todas sus estrellas desveladas.
No vallas a llorar junto a mi tumba
No estoy allí. No duermo...
(Anonimo)
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